De nuevo nos encontramos con un proyecto que no hace más que confirmar la visión de los territorios turolenses más próximos a Zaragoza como lugares ideales, por sus condicionantes económicos (suelos más baratos) y sociales (despoblación), para ser utilizados como patio trasero donde abandonar o colocar todo aquello que en la capital y su entorno industrial pueda resultar molesto, indeseable o simplemente más costoso económicamente.
Tras haber sufrido la instalación en la misma comarca, Albalate del Arzobispo, de una fundición de plomo que otras comunidades autónomas y otros municipios de Aragón habían rechazado, ahora tenemos la fortuna de ser los elegidos para disfrutar en Azaila, del que va a ser el vertedero privado de mayores dimensiones conocido en Aragón.
La ubicación del vertedero en Azaila ha seguido el mismo procedimiento que utilizó la fundición de plomo para instalarse en Albalate. Ambos ayuntamientos constan de mayorías absolutas del PSOE, y tramitan estos proyectos a principio de legislatura para que (en caso de una posible oposición) de tiempo a su ejecución y desarrollo. Hay que destacar que en el caso de Azaila, este proyecto se aprueba, nada menos que en el primer pleno de legislatura de una corporación recién estrenada.
Este vertedero va a acaparar todos los residuos industriales no peligrosos que los centros de producción de SAICA generan en sus instalaciones de Zaragoza y El Burgo. Paradójicamente, el actual Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (PGIRA) ha obligado a todos los municipios del Bajo Martín (Teruel) a clausurar sus pequeños vertederos de residuos urbanos, en aras de una supuesta mejor gestión que redunda en una mayor protección ambiental. Del resultado de esta política los vecinos del Bajo Martín se han encontrado con que todos sus residuos han de ser trasladados a un vertedero supracomarcal, el de la Agrupación nº 7, localizado en Alcañiz, y cuyo coste de transporte hasta éste han de asumir en su totalidad, lo que ha originado un aumento espectacular de la tasa a abonar por este servicio.
Ya lo reconocía la entonces presidenta de esta comarca y alcaldesa de La Puebla de Híjar, Juana Barreras, en declaraciones al Heraldo de Aragón, recogidas en su edición del 5 de noviembre de 2006; que el vertedero agrupado en Alcañiz a los vecinos del Bajo Martín “nos va a salir carísimo”.
Una vez que el territorio comarcal se ve libre de todo vertedero, nos encontramos con que una empresa ajena a la comarca, e incluso a la provincia turolense, decide ubicar en Azaila el mayor vertedero privado de Aragón, debido exclusivamente a su potencial económico. Por lo tanto, los vecinos del Bajo Martín perciben que los planes del Gobierno, como el PGIRA, sólo están para ser cumplidos por los ciudadanos de “a pie”, y no por los poderosos, como en este caso corresponde a una gran empresa que posee importantes recursos económicos.
Este proyecto de vertedero privado se integra en el actual Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón (PGIRA) como “Monovertedero de Autogestor”, o gestión de residuos llevada a cabo por sus propios productores, por lo que queda exceptuado del servicio público autonómico. El PGIRA reconoce que la mayor producción de RINP se centra en cinco subsectores, siendo el más importante (respecto al volumen) el de la fabricación de papel, con casi 200.000 toneladas al año (datos oficiales de 2000). Sin embargo, según las Autorizaciones Ambientales Integradas de SAICA 1, 2 y 3, publicadas en el BOA de 12/02/2007, revelan que entre estos tres centros de producción pueden generar casi el doble de esa cantidad, concretamente 385.000 Tm/año. Tengamos en cuenta que según el proyecto en cuestión, SAICA prevé depositar en su vertedero, cuyo vaso tiene 20 hectáreas de superficie (mayor que la que ocupa el casco urbano de Azaila) una cantidad de 1.251.514 (un millón doscientas cincuenta y una mil quinientas catorce) toneladas de residuos durante los primeros cinco años de su funcionamiento, es decir, una media anual de 250.000 toneladas, cantidad equivalente a la basura que genera anualmente una ciudad de 570.000 habitantes. Es necesario recordar que Azaila tiene una población censal de 151 habitantes, aunque el número real de residentes sea muy inferior, y entre todos los pueblos de la comarca suman poco más de 7.000, lo que evidencia la desproporción del proyecto. Además el PGIRA establece como principios generales para el modelo de gestión de RNIP a nivel autonómico:
- “La proximidad. Por las cantidades que se manejan y el coste económico y energético que requiere el transporte, en la planificación de la gestión de este tipo de residuos se tiene muy en cuenta el hecho de que hay que reducir en lo posible las distancias, debiendo ser tratados en el centro más cercano a su lugar de origen o generación”.
- Aseguramiento del riesgo.
- Suficiencia y capacidad
- La adecuada coordinación de flujos de residuos
- La optimización de medios y recursos
- La optimización económica, ambiental y social. La gestión planificada recoge los principios de proximidad de la gestión adaptado a la población servida y características del territorio.
Evidentemente este vertedero va en contra de todos los principios del PGIRA, por ello desde el Ligallo del Bajo Martín hemos presentado alegaciones al mismo basadas en éstos. Por todos los argumentos expuestos consideramos que; Este proyecto es incompatible e insostenible con la realidad económica, ambiental y social de Azaila, del Bajo Martín y de Teruel, y por lo tanto hemos solicitado que no se autorice el mismo para su localización en Azaila.
chabajomartin.wordpress.com 
Azaila ya da asco. No hay mas que desmontes y cabezos pelaos. Ahora solo faltan que traigan mierda para culminar el desastre.
En esta comarca inventada como la de Tolkien, salvando las distancias, nunca se lucha conjuntamente, cuando lo de Albalate en los demás pueblos miraban para otro lado, cuando lo del aceite de la Puebla en otros pueblos calladicos y ahora con lo de Azaila quietos en la mata. Que penica, cualquier día se nos cepillan a todas y nuestros hombres mirando pa otro lao.
Bravo por la CHA e IU por estar al loro.
En el restaurante de la gasolinera de Azaila su propietaria recogen firmas por que le ponen la mierda en la puerta. Esto es muy aragonés que una mujer como «Agustina de Aragón» tenga lo que otros no tienen.
Por cierto, Azaila a renunciado al gas ciudad, a estos les va el cuero y el látigo.
Solo nos queda la esperanza de que las mujeres cojan las escopetas y los tractores.